lunes, 15 de octubre de 2007

Antes era pequeñín

Hubo una vez un lindo ruiseñor que hacía su nido en la copa
de un gran roble. Todos los días el bosque despertaba con sus
maravillosos trinos.
La vida volvía a nacer entre sus ramas. Las hojas crecían y crecían
También lo hacían los polluelos del pequeño pajarito. Su nido estaba
hecho de ramitas y hojas secas.

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